lunes, 30 de abril de 2012

La mecha encendida


Los intereses contrapuestos (políticos, económicos, economico-políticos) en la Argentina están confrontando mediante diferentes medios de comunicación. Lo que antes se disputaba en Radio y TV de aire, con limitado espacio, hoy se disputa en un territorio mucho mas amplio, que incluye canales de noticias, transmisiones deportivas, medios digitales y redes sociales.

Está a la vista que los sectores oficialistas han avanzado en los últimos dos años con mucha fuerza en la creación de un polo que se enfrente al poder enquistado de los tradicionales "monstruos" mediáticos como Clarín y La Nación. En principio fue el programa de la TV pública "678" y luego otros medios como Tiempo Argentino, Crónica (diario) y otros, diversas radios y canales que forman parte de la TDA (por ejemplo el canal de noticias CN23) los que apuntalaron la llegada del gobierno a este "campo de batalla".

La Ley de Medios Audiovisuales quedó de alguna manera en stand by por la astucia de los abogados del grupo Clarín, que dilatan su plena aplicación y es por eso que esta guerra de palabras aumenta en virulencia cada vez mas. Hoy, el grupo Clarín cuenta con una nueva figura, Jorge Lanata, quien funciona por si mismo como un medio mas, por el arrastre que tiene entre un sector de la sociedad, que le cree absolutamente cada palabra.

El ciudadano de a pie, el laburante, el tipo que no entiende de las cuestiones de fondo y que se limita a encender la radio, comprar el diario o participar de una red social, recibe mensajes de un lado y del otro de manera constante. Se alcanza un nivel de hartazgo tal que hay personas que detestan absolutamente cualquier mensaje político o periodístico. Otros, mas interesados por saber "lo que pasa" se ven practicamente empujados a decidir por una vereda. La vereda oficialista o la vereda opositora, practicamente los grises quedan de lado, todo esto no es nuevo, lo vemos desde hace un par de años y cada día se profundiza mas. Lo que antes era debate, hoy es ODIO. ODIO irracional.

Esta mecha encendida solo necesita de una víctima. Una sola víctima concreta, un loco, un demente que lleve esta disputa dialéctica al terreno de la violencia física, y ahí si vamos a estar en un grave problema. La justificación de la violencia no tardaría en llegar. En los últimos meses en los medios oficialistas se ha leido y escuchado palabras como "CIPAYO" y "VENDEPATRIA". En los medios opositores cada vez es mas normal leer y escuchar "CHORROS", "NEGROS" y "PARASITOS". pareciera que oponerse al gobierno es sinónimo de cipayismo o ignorancia y hablar en favor de alguna medida oficial es sinónimo de corrupción o estupidez.

Es casi imposible hacerle entender a la mayoria de la gente que se puede estar a favor en muchas cosas y en contra en otras. No lo entienden, se marca al que opina. Sos K o sos Anti K. Esto lo venimos discutiendo hace rato pero viene bien recordarlo, advertir, que esta clase de disputa cargada de odio solo puede traer resultados calamitosos.

Las cuestiones de fondo son las que a mi me interesan, aplaudo que las jubilaciones sean administradas por el estado y que haya dos aumentos por año. Aplaudo que YPF vuelva a ser Argentina, creo que nadie lo discute, en todo caso se discute como se recuperó. Aplaudo que haya asignación universal por hijo y una politica de fomento al mercado interno, porque está visto que la politica de recorte es un fracaso absoluto en todo el mundo, en europa crece la desocupación y se profundiza la recesión. ¿Me hace oficialista pensar estas cuestiones de fondo?.

No me parece bien que el INDEC brinde datos falsos, no me parece bien que Moreno tenga métodos temerarios, no me parece bien que Boudou se haya acordado un año después de denunciar a "las mafias", ni me parece bien el slogan de "Clarin Miente" en remeras y globos. No me parece bien que haya tanto chanta, ladrón y corrupto entre los gobernadores, algunos ministros, intendentes, etc. No me parece bien la política ferroviaria, no me parece bien que todavía no haya respuesta para las víctimas de Once. No me parece bien que se siga protegiendo a algunos monopolios y solo se ponga la lupa en los que no son oficialistas. No me parece bien la política respecto a Malvinas, y casualmente en eso hasta los opositores coinciden con el gobierno. Yo no.

¿Esto me hace opositor? ¿Esto me convierte en Anti K? No, yo entiendo algunas cuestiones que hacen a la politica, a la administración del poder, a los intereses contrapuestos de manera permanente, no creo en una politica de mariposas y arco iris, la politica tiene mucho barro, hay mucha mugre, hay mucho ladri, lo tengo en claro y aunque señalemos que existen esas cosas, prefiero quedarme con las cuestiones de fondo, aquellas que trascienden a los gobiernos. Porque a ciertos poderes no los podemos votar. A este gobierno lo podemos cambiar. No quiero que venga otro gobierno a decir que hay una crisis internacional, que hay que cuidar la plata y recortar siempre por el costado mas sencillo, que es el de la gente, el jubilado, el maestro, la industria nacional, el estado presente. Tampoco quiero un gobierno que en 3 años todavia no haya hecho NADA para revertir el proceso inflacionario. eso tampoco lo quiero. No quiero que el estado sea inmenso, pero tampoco quiero un estado ausente. Grises, no todo es K o Anti K. No fogoneemos ese bombardeo de cipayos, vendepatrias, gorilas, chorros, negros, choripaneros, parásitos y otras yerbas. Si realmente tenemos buenas intenciones no aportemos a la estupidez nacional. Depende de cada uno, hago mi autocrítica, a veces caigo en la respuesta fácil con el que piensa distinto a mi. Pero hago esta reflexión para que nos tomemos dos minutos y replanteemos que cosas van bien y que cosas van mal, no todo está bien pero tampoco todo está mal.

Valoremos lo bueno, señalemos lo malo, con respeto, no le pongamos mas leña al fuego porque nos podemos terminar quemando. y de eso los argentinos sabemos bastante.

sábado, 7 de abril de 2012

Pensar otra educación.


















Soy hijo de una maestra, y asistí a una excelente escuela pública tanto en primaria como en secundaria. Sin embargo no levanto la bandera de la educación tal como la conocemos. Será porque realmente mi escuela fue buena que aprendí a pensar diferente, a cuestionar, a buscar soluciones donde hay problemas. Quizás no fui lo suficientemente adoctrinado o tuve resistencia a ello para considerar que no todo lo que existe es bueno, mas bien todo lo contrario, aunque reconozca que antes de mi existencia fue peor y que el mundo avanza día tras día hacia ese futuro que algunos imaginamos.

¿Que tiene de bueno obligar a los chicos a asistir a clases? partimos de la base de una educación forzada y no de una educación pensada para que a los chicos les interese satisfacer su curiosidad. Desde que nacemos empezamos a investigar, los bebés miran todo a su alrededor y tienen un deseo voraz de conocer el mundo al que han llegado. Eso se pierde durante los primeros años de escolaridad, cuando quieren llenar a los chicos de datos y respuestas frías, que no se pueden cuestionar.

La escuela los obliga a ir a una determinada hora y sentarse en un pupitre, como soldados que esperan órdenes de un superior, en este caso su maestro. Maestros que ponen mucho amor y empeño en algunos casos y en otros todo lo contrario, pero no se preguntan ni se cuestionan lo que hacen de una manera profunda, simplemente aceptan lo establecido, las normas que les imparten y las cumplen de la mejor manera que pueden. Ellos tampoco tienen mucho margen para cuestionar, las normas vienen de un ministerio, que depende de un gobierno que depende de un sistema ya establecido.

La mayoría de los chicos se aburren en la escuela. Esto es un hecho, lo dicen ellos y lo he vivido yo. Encerrados en un lugar donde hay dias que no quieren estar, con compañeros que a veces les gustan y a veces no les gustan, con horarios que cumplir y ordenes que seguir. No es el límite de respetar al otro sino una gran cantidad de límites y obligaciones que me alejan de ese deseo natural de obtener conocimientos. A la escuela los chicos asisten principalmente para ver a otros chicos, para socializar, para jugar y divertirse. No los empuja el deseo de obtener conocimiento porque el sistema educativo que conocemos les aplasta la curiosidad y les exige cumplir con las normas para poder ser considerados "normales". y los que no cumplen con esas normas son suspendidos, expulsados o humillados frente a todos los demás niños, estigmatizados como tontos, burros, incapaces, cuando ni siquiera alguien se puso a analizar seriamente cual es el talento de cada uno de esos chicos.

Un chico al que no le gusta la matemática puede ser un brillante escultor o pintor, o mejor músico, también puede haber un excelente poeta que deteste la frialdad de los números.

Imaginemos una escuela diferente, por ejemplo una escuela que no esté limitada a las órdenes impartidas desde un ministerio público. Que haya escuelas públicas, libres y gratuitas para el que desee enviar a sus hijos allí, que sean de orientaciones variadas, que haya rurales y urbanas, con orientación hacia la ciencia, hacia las letras, hacia los deportes, hacia el arte, que haya otras que enseñen un poco de todo lo anterior, que haya otras privadas por las que se pague un acceso a las clases, por día, por semana, por mes, por año, que los chicos no tengan obligaciones de horarios ni de días, que asistan cuando y donde tengan ganas, que la escuela tenga la presión de otorgar verdadera calidad educativa para que los chicos deseen asistir y obtener conocimientos, para que las elijan y no que sea un menú repetido y obligado para todos por igual, para que sean "numeritos" y no seres pensantes y cuestionadores.

La escuela necesita otras miradas, quizás la que acabo de exponer no sea exactamente la mejor, pero es bueno pensar, es bueno cuestionar, forma parte de la hermosa experiencia de aprender.